Hace poco más de dos meses, Boca parecía estar sumido en sus propios problemas. La asesinato de la Copa Libertadores frente a el Corinthians golpeó cachas y dejó repercusiones interiormente y fuera de la cancha. Sin incautación, la acumulación de victorias en el torneo lugar calmó las cosas y ayudó a que todas las partes entendieran que para conseguir cosas importantes, al menos hay que tener dispositivo.

El clásico argentino tiene dueño: Boca Juniors dio cuenta de River Plate

La siniestra de Luis Vázquez en Florencio Varela fue un exención necesario. La remontada frente a los tucumanos en la Estuche, de la mano de Luca Langoni, invitó a soñar. El importante triunfo en Santa Fe alimentó la ilusión. El 1-0 en el Superclásico fue la conexión necesaria entre jugadores y aficionados. Y el queja del fin en Lanús dejó claro que para apearse a Boca hay que tener poco que no todos tienen.

Hugo Ibarra acento de construir mística y creer que tu masa tiene poco importante que cumplir. En cierto modo, Frito se enfoca en lo estrictamente futbolístico porque sabe que su equipo no brilla ni juega admisiblemente. Pero por separado de conocer los límites detrás de las puertas, infla el pecho cuando mira la clasificación y ve a su amado club en lo más suspensión.

La Lazo Profesional entró en el sprint final. Solo hay ocho fechas y 24 puntos en muestrario. El nuevo campeón se conocerá a finales de octubre. Boca silba bajito a instancias de su hinchada, pero no esquiva la presión de ser uno de los porristas del campeonato. En presencia de la desliz de funcionamiento colectivo, personalidad: viene huracán, otro de esos que se prenden y está prohibido especular. (D)