Es global creer que el futbolista que llega a la élite tiene una vida de ensueño. Autos extremo maniquí, sueldos millonarios, lujosas villas y muchos otros privilegios que no todos los mortales pueden disfrutar. Sin secuestro, no es oro todo lo que reluce, y Benjamin Pavard, quien ha sido la comidilla de la ciudad en las últimas horas luego de revelar el abismo que ha vivido durante su confinamiento por la pandemia de COVID-19, puede dar fe de ello. El internacional con Francia no aguantó el confinamiento y padeció depresión.

En una entrevista con L’Équipe, la fortuna del Bayern Múnich y Campeón del Mundo en Rusia 2018 reveló que todo iba muy admisiblemente en su carrera: ganó la Copa FIFA y se instaló en su equipo como titular hasta que el confinamiento y su lozanía emocional se vieron afectadas. un modismo de 180 grados.

“Llegué y ganamos todo. No podría acontecer soñado con un mejor presentación. Luego morapio el coronavirus y fue un momento difícil”, compartió Pavard por primera vez cómo tuvo que combatir con la parte más difícil de la pandemia allí de sus seres queridos.

“A nivel personal, no fue liviana estar solo en un país que no es el mío. Allá de mi clan, mis amigos. Poco no estaba admisiblemente en mi vida, pero me hizo crecer. seguí delante Yo mejoré. Pocos saben por lo que he pasado. El hecho de que vivas admisiblemente no significa que seas oportuno”.

En radio con el plano mental, Pavard se comprometió a no usar la crítica como combustible y a ignorarla por completo. “Están ahí. Una carrera con solo ‘spikes’ sería magnífico, pero eso no existe. Seguimos siendo humanos. No he erudito mínimo. Para mejorar, escucho a mi clan y a los entrenadores, no los periodistas. Me calmé y pensé mucho”.

El francés incluso abordó las comparaciones de Achraf y Alexander-Arnold que enfrentó en octubre pasado en una entrevista aludido. “Soy más defensivo que ellos y obviamente tengo estadísticas ofensivas más bajas. Son muy buenos, veo sus partidos”.

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